Comenzar un nuevo trabajo es emocionante, pero para una de las integrantes, Kristina, también fue abrumador. Es madre soltera de tres hijos y lo había perdido casi todo. Apenas unos meses después de empezar su nuevo trabajo, le embargaron el coche en el aparcamiento de su lugar de trabajo. Fue un momento devastador, pero en lugar de sentirse juzgada, encontró algo inesperado: un equipo que se preocupaba por ella.
Charlie, nuestro subgerente de sucursal en Shelton, y Darla, nuestra directora de préstamos, intervinieron, no solo como miembros del equipo, sino como personas que querían ayudar. Rápidamente consiguieron un préstamo de consolidación de deuda para Kristina, ayudándola a recuperar su automóvil al día siguiente. Jennifer, nuestra gerente de sucursal en Shelton, también se acercó, le ofreció aliento y le hizo saber a Kristina que no estaba sola en sus dificultades. Con este sistema de apoyo en marcha, Kristina comenzó a reconstruir sus finanzas.
Hoy, la calificación crediticia de Kristina se ha disparado, se siente económicamente segura y está prosperando en su carrera. Más que una cooperativa de crédito, encontró una comunidad que creyó en ella cuando más la necesitaba. ¡Este es el poder de una familia financiera que la apoya!